La Concejalía se hará cargo de que participen en las actividades y les asegura a los escolares con menos recursos la alimentación mientras duren
“Los chavales continúan con sus compañeros del resto del año en las mismas condiciones y aliviamos la situación de las familias”, asegura el edil Marcos Piña
El final del curso académico suele ser una buena noticia, sobre todo para los chavales, que durante dos meses y medio aparcan los libros y disfrutan de las vacaciones de verano. Ocio, piscinas, playas, campamentos… horas de juego sin las obligaciones del colegio. Pero para una parte de las familias, supone un problema. Desde finales del mes de junio hasta inicios de septiembre, los hogares con menos posibilidades económicas deben hacerse cargo de los más vulnerables: los menores.
Estas familias dejan de recibir las ayudas para el comedor escolar porque éste se cierra, además de suponer un esfuerzo superior para la conciliación de los progenitores. Por eso, la Concejalía de Servicios Sociales de Sant Joan, en colaboración con las AMPAs, asumirán el coste de la Escola d’Estiu, que empieza el próximo 1 de julio hasta mediados de agosto, para una veintena de menores del municipio. “Los chavales continúan con sus compañeros del resto del año en las mismas condiciones, lo que refuerza la integración, y aliviamos la situación de las familias”, asegura el concejal del área, Marcos Piña.
La Escola d’Estiu municipal está organizada por las AMPAs de Sant Joan y se desarrollará en tres colegios de la localidad, en lugar de uno como es habitual para evitar masificación por el covid-19. Aquí los chavales aprenden y se divierten a partes iguales, con la realización de talleres, juegos o gymkanas.
Además, la Concejalía dará un plus a las familias, no solo haciéndose cargo del coste completo de estas escuelas, sino con una comida añadida. “Queremos asegurarnos de una correcta alimentación de los menores este verano”, explica el concejal de Ciudadanos, “por eso complementamos el servicio de comedor con un picnic que sirva de merienda”.
Piña afirma que “los menús serán equilibrados y los menores mantendrán unos hábitos saludables durante todo el verano”. Una vez finalizada la Escuela de Verano, hasta principios de septiembre, la Concejalía valorará la necesidad del reparto de lotes de alimentos para aquellas familias que los necesiten.
“De lo que se trata es que todas las familias puedan disfrutar del verano en la medida de sus posibilidades”, asegura el concejal de Servicios Sociales, “y que, sobre todo para los menores, sean unas vacaciones de verdad porque en estas edades se forman recuerdos muy bonitos y no podemos permitir que por la falta de recursos económicos se pierdan esta etapa tan bonita en la vida”.